Iglesias (Barcelona, 1915) va començar la seva carrera a la fi dels anys 40 i, en els seus prop de cinquanta anys de trajectòria professional, va dirigir 42 pel·lícules.
En record: Entrevista publicada a l'edició digital del fanzine JUDEX.
www.judexfanzine.net/v2/fitxa.php?id=1493
Marta Torres | Entrevista a Miguel Iglesias Bonns:
“Nací director”
Miguel Iglesias Boons (Barcelona, 1915) abandona la sala de proyección del Cryptshow Festival con paso algo inseguro. Acaban de proyectar La maldición de la Bestia (1975) frente a un nutrido grupo de fans incondicionales del terror y de Paul Naschy, que en la película interpreta a un hombre lobo. El director del festival ha decidido que el encuentro con Iglesias Bonns será más cómodo en el bar del Ateneu donde han montado a toda prisa un set compuesto por una mesa negra rodeada de carteles de la película. Allí se sientan ahora el anciano director y el director de fotografía de la película, Tomàs Pladevall, rodeados por unos cuantos aficionados.
“La maldición de la bestia tuvo más éxito fuera de España que dentro”, explica Miguel Iglesias a la audiencia, concretando lo que era un hecho común en la mayoría de las producciones de género de la época, en su mayoría exploitations comerciales hechas con pocos recursos y mucha imaginación que querían aprovechar el éxito de sus hermanas mayores made in USA -La maldición de la bestia, por ejemplo, se rodó en cinco semanas y en escenarios cercanos a Barcelona-. “Me han llamado de la televisión francesa y hasta de Bélgica”, y añade, no sin humor, “esta película es como un niño feúcho, nos gusta más ahora que ha crecido que cuando la hicimos”. Pone algunos ejemplos: “cuando se pasó en el festival de Sitges hace un tiempo, el productor (José Antonio Pérez Giner) me dijo ‘No te enfades si la gente se ríe’, pero en lugar de eso se pusieron en pie y aplaudieron”.
Parte del mérito de esta película es la fotografía, apunta un oyente.
Miguel Iglesias: Es verdad, y además son todo decorados naturales. La cueva de las mujeres lobo, por ejemplo, era una cueva real de Sant Quintí de Mediona…
Tomàs Pladevall: Yo acababa de salir de la Escuela de Cine y ésta era mi tercera película. ¿Se rodó una versión para España y otra para el extranjero?
Miguel Iglesias: No, La maldición de la bestia es versión única. No le falta ni le sobra metraje.
¿Qué recuerda de Paul Naschy?
Miguel Iglesias: recuerdo una anécdota que pudo acabar en drama. Estábamos rodando en el Garraf y el especialista en maquillaje quiso retocarlo, así que se marchó con él a una casa cercana. A la vuelta, venían con prisa en un coche, con Paul Naschy ya maquillado como hombre lobo y asustaron a un ciclista, que acabó cayendo por una cuneta. Pasó algo parecido en Tarzán y el misterio de la jungla (1973), con José Luis Ayestarán caracterizado de Tarzán en una cabina telefónica. Rodábamos en Vallvidrera (Barcelona) y de esta guisa se lo encontró un recolector de setas… Jose Luis lanzó el grito de Tarzán y creo que el pobre hombre todavía está corriendo (rie).
No obstante, su cine más reconocido es el policíaco, en concreto el cine criminal barcelonés, y sobretodo su película El cerco (1955)
Miguel Iglesias: El cerco estaba inspirada en un libro escrito por un comisario del cuerpo criminal de la policía de Barcelona. Tuve que avisar a la jefatura de que me disponía a hacer esta película y ellos me colocaron dos asesores policiales. No me dejaron rodar tranquilo. Cuando terminé la película tuve algunas críticas negativas, sobretodo de Madrid. Decían ‘Este hombre se ha creído que las calles de Barcelona son las calles de Chicago’.
***El grupo de aficionados ha desaparecido y decidimos convertir la mesa redonda en una entrevista. Repasando su filmografía en IMDB, que recoge nada menos que 39 películas de todo género, he encontrado una extraña coproducción yugoslava de nombre impronunciable. Aprovecho para preguntar:
¿Ha trabajado alguna vez en Yugoslavia?
Miguel Iglesias: Nunca en mi vida.
Tomàs Pladevall: Es casi imposible, Yugoslavia era un país comunista y nosotros, no.Miguel Iglesias: He trabajado en Turquía (Destino: Estambul 68), en Paris… pero nunca en Yugoslavia
(Decido cambiar de tema). Miguel Iglesias Boons empezó a hacer cine de manera autodidacta. De formación musical y con experiencia en el teatro amateur, el ahora director empezó haciendo sus propios cortometrajes, hasta que en 1940 creó la productora Atenea Filmes.
Ha creado varias productoras, ¿se siente a gusto trabajando de director y productor?
Miguel Iglesias: Soy un malísimo productor, ya que domina en mí el director. En Carta a una mujer el protagonista es director de orquesta… mi parte de director se gastó 25.000 pesetas en alquilar el Palau de la música y otras 220.000 en contratar a una orquesta… mi parte de productor pensó que hubiera sido lo mismo para la historia, y más económico, que el protagonista fuera pianista… o flautista (ja, ja).
Empezó produciéndose a si mismo. No siguió el camino habitual de la época que mandaba ser ayudante de dirección antes que director…
Miguel Iglesias: Yo nací siendo director… y sí que fui ayudante de dirección, pero cuando ya había sido director, por ejemplo en Muerte en Primavera (1965) de Miguel Iglesias…. ¡Vaya!
¿Qué?
Miguel Iglesias: ¡Claro! ¡Primavera Mortal! ¡La mitad se rodó en Yugoslavia! Resulta que esta película adapta al cine una novela muy conocida en Europa del Este. El escritor, muy famoso en la época, Lajos Zilahy, quiso producir la película, que pasaba entre Yugoslavia y España. Primero rodó la parte yugoslava y después se puso en contacto conmigo. Me llamó para que fuera al Ritz a verle… estaba mal de la cabeza. Al segundo día de rodaje lo quise dejar y me envió a sus abogados…
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